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LA FRATERNIDAD, AMOR Y AMISTAD


1.       LECTURA  del texto bíblico ¿Qué dice el texto?

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle, sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que  estaba ceñido. Llega a Simón Pedro; éste le dice: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?» Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde.» Le dice Pedro: «No me lavarás los pies jamás.» Jesús le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo.» Le dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza.» Jesús le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos.» Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: «No estáis limpios todos.» Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros?  Vosotros me llamáis ‘el Maestro’ y ‘el Señor’, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros.»” Jn. 13,1-15

·         Que Jesús amó hasta el extremo a los suyos
·         Que Jesús les lava los pies  a sus discípulos
·         Que Jesús pide que este gesto se realice entre sus mismos discípulos

2.       EXPLICACIÓN del texto bíblico ¿Qué les dijo a sus primeros destinatarios? Mensaje

En primer lugar podemos decir que Jesús busca dar un ejemplo de humildad y de servicio. Algunos de los discípulos ya se habían peleado entre ellos por querer ser los primeros u obtener privilegios de un puesto; sin embargo, Jesús les muestra con este gesto, lo que ya había dicho con sus palabras: “quien quiera ser el primero que sea el último, y quien quiera ser el más grande que sea su servidor” (Mt 20, 20-28). Todo esto en el contexto del amor.

También Jesús pretende buscar la igualdad entre sus discípulos y para ello usa el ejemplo de lo que él ha hecho: lavar los pies a todos sin distinción. Ese mismo gesto deben repetirlo ellos al ponerse al servicio unos de otros y estar dispuestos a compartir la misma suerte.

La limpieza o purificación es una parte importante para entrar en comunión con Dios o  formar parte del banquete de su Reino, por eso hace este gesto simbólico y utiliza el agua, como un signo que purifica. Esa misma agua, es la que brotará de su costado y purificará, por la gracia del Espíritu, a la Iglesia naciente.  El discípulo que no está en comunión con Él lo traicionará.


3.       APLICACIÓN del texto bíblico ¿Qué nos dice a nosotros hoy? Mensaje

Jesús nos interpela hoy para que, como cristianos, pongamos como primera acción pastoral el SERVICIO. No podemos ser verdaderos seguidores y discípulos de él sin ser servidores. El servicio es la distinción, el plus, lo ordinario de nuestra vida cristiana.

También nos invita a buscar la IGUALDAD como hermanos, no creernos más unos que otros y no buscar un puesto de arriba sólo para aprovecharnos de eso. Para esto, la primera virtud que debemos pedirle a Dios como cristianos y como Iglesia es la humildad y sencillez de corazón.

En la Iglesia hay diversidad de servicios y, como fieles o grupos, necesitamos tener el nuestro. Los dones o carismas que Dios nos dio son para edificar la comunidad, para ponerlos a su servicio, así nos lo pide la oración de este año 2008 por los jóvenes: que nadie deje de dar su esfuerzo y su carisma por este proyecto evangelizador.

Jesús también nos pide que el AMOR esté siempre presente entre nosotros, pues en otro texto dice que: nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos (Jn. 15,13). En este contexto del amor es como él da su servicio; así mismo, para poder servirnos primero debe haber amor entre nosotros. El amor nace pero también se busca, crece y se desarrolla. El amor no sólo nos hace amigos sino también hermanos.

4.       PROFUNDIZACIÓN DEL TEXTO ¿qué cosas más podemos saber del texto?

Es conveniente saber que, entre los judíos, quien lavaba los pies era el esclavo al Señor.  En este contexto, Jesús se pone como un esclavo, un sirviente o un discípulo. Por este hecho, Jesús le da un giro de 360º a la concepción inhumana de la persona que había en ese tiempo.

Sobre la PURIFICACIÓN: los israelitas pensaban que el contacto físico con ciertas cosas o personas convertían al hombre en impuro y lo incapacitaban para rendir culto a Dios y para participar en la vida ordinaria de la comunidad. Los profetas ya habían denunciado que lo importante para Dios no es la pureza legal/ritual sino la limpieza moral (Is 1,16-18), pero es Jesús quien enseñó de manera clara que es la pureza interior la que salva (Mt 15,1-20)[1]

Ceñirse la toalla es un signo de estar preparados, listos para la partida: Así lo habéis de comer: ceñidas vuestras cinturas, calzados vuestros pies, y el bastón en vuestra mano; y lo comeréis de prisa. Es Pascua de Yahveh” Ex 12,11. Jesús enseña que está preparado para partir de este mundo al Padre.

El lavatorio de pies en nuestras parroquias se celebra en la conmemoración de la última Cena de Jesús, es decir, el Jueves Santo. Para este momento se requieren 12 varones que hagan las veces de discípulos o en dado caso, se puede auxiliar de mujeres o niños.  Al lavarles los pies, los discípulos se deben comprometer a ser mejores, estar limpios de corazón y dar un servicio.


[1] “Puro e Impuro” en: Vocabulario bíblico de la Biblia Católica para Jóvenes, p. 1688.Bookmark and Share

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