Los sacerdotes de la diócesis sampedrana se impusieron 5-3 a los mundialistas de España 82 en partido por la Copa Cincuentenario por los 50 años de la Iglesia Católica de San Pedro Sula.
El resultado era lo de menos en este que se jugó enmedio de un gran ambiente de la afición que disfrutaron cada acción de los ex mundialistas y los clérigos de la gran ciudad, donde el más ovacionado fue monseñor Ángel Garachana.
El equipo de los padres le dieron guerra a los dirigidos por Chelato Uclés, especialmente el padre Jairo Guzmán quien anotó un gol y realizó grandes jugadas. Los otros goleadores fueron el sacerdote Jaime Matheus, Juan Carlos Pérez y Natael Perdomo (2).
Por Honduras 82, descontó Carlos Orlando Caballero, Sergio Torres, Arnoldo García
ALINEACIONES
Honduras 82: Henry Galdámez, Efraín Gutiérrez, Jaime Villegas, Rolin Peña, Marcon Pavón Molina, Carlos Caballero, Porfirio Betancourt, Roberto Bayley, Prudencio Norales, "Tile" Arzú y Anthony Costly
Sacerdotes: José Canales, Fredy Valdivieso, Glenis Mejía, Iván Cardona, Hidelber Garzón, John Jairo Córdoba, Víctor Valencia, Jaime Matheu, Josué Hernández, Natael Perdomo y Jairo Guzmán
- ¡NO ME RESTAURES, TE LO PROHIBO! ¡¿LO OYES?! - Si Señor, te lo prometo, no te restauraré. - Gracias— me contestó el Cristo. Su tono volvió a darme confianza. - ¿Por qué no quieres que te restaure? No te comprendo. ¿No comprendes Señor, que va a ser para mí un continuo dolor cada vez que te mire roto y mutilado? ¿No comprendes que me duele? - Eso es lo que quiero, que al verme roto te acuerdes siempre de tantos hermanos tuyos que conviven contigo; rotos, aplastados, indigentes, mutilados. Sin brazos, porque no tienen posibilidades de trabajo. Sin pies, porque les han cerrado los caminos. Sin cara, porque les han quitado la honra. Todos los olvidan y les vuelven la espalda. ¡No me restaures, a ver si viéndome así, te acuerdas de ellos y te duele, a ver si así, roto y mutilado te sirvo de clave para el dolor de los demás! Muchos cristianos se vuelven en devoción, en besos, en luces, en flores sobre un Cristo bello, y se olvidan de sus hermanos los hombres, cristos feos, roto...



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